A medida que el rendimiento de las CPU y las GPU sigue aumentando, lo hace también el calor que disipan. Hasta ahora el enfriamiento por refrigeración líquida era opcional y sólo usada por eficiencia, siendo la refrigeración por aire válida para GPUs de hasta 300W, como las NVIDIA RTX 3090 Turbo o Blower y otros modelos de tarjetas pasivas como la NVIDIA RTX 6000 ADA, NVIDIA L40, NVIDIA A100 y NVIDIA H100.
Pero la falta de stock de la NVIDIA RTX 3090 Turbo o Blower por el fin de vida (EOL), junto con la llegada de su sustituta la NVIDIA RTX 4090 de 450W y que no existe en versión Turbo ni Blower, ha obligado a buscar soluciones con sistemas de refrigeración líquida.